COLECIO INMACULADA CONCEPCIÓ
Barcelona, 18 junio 2010
Queridos hijos y alumnos. Os pedimos disculpas por la emboscada, pero era la única manera de reuniros a todos.
A cada uno le habremos contado una historia, y, ya véis,no era David Bisbal; ni el Mag Lari; ni el Sonar, tampoco «La última canción». Ni tan siquiera la fiesta de las Harley Davidson, muy cerquita de aquí.
El premio ha quedado desierto, pero nadie se va a quedar sin recompensa, pretendemos rendiros un sencillo pero cariñoso y merecido homenaje, y menos aún sin un recuerdo para un día como éste que condensa casi una década de vuestra vida enmarcado en esta orla que os entregaremos para la nostalgia ,la alegría, la risa y, en algún momento, para la melancolía.
Madres, padres, hermanos, profesores, pero sobre todo vosotros, sois los verdaderos protagonistas de éste encuentro que supone el segundo gran logro en estos nueve últimos años para cerrar ahora el segundo ciclo de los muchos que os quedan por estudiar y vivir, desde aquella entrañable educación infantil que arrancó en el 2001, hasta esta ya finalizada «Primaria», con esfuerzo, con muchos deberes, muchos controles, muchas hojas, bolis y rotuladores de punta fina agotados y mamás en algunos momentos al borde de un ataque de nervios al leer las agendas.
Unos cuantos comenzasteis juntos, otros se incorporaron después y algunos más no están aquí porque tuvieron que tomar otro camino. Pero todos, absolutamente todos, formaís parte de esta, vuestra historia.
Y aquí estamos, las 49 familias que hemos cruzado la meta de Sexto, juntos, satisfechos, expectantes y dispuestos a seguir hasta la siguiente estación, con la vista hacia delante para subir también juntos los cuatro escalones de la ESO. Atrás quedan lazos inquebrantables, ilusiones, esperanzas, sueños, temores, enfados, riñas, alegrías, disgustos, viajes, descubrimientos y la huella de un tiempo compartido con las directrices y enseñanzas de los profesores que os han acompañado y tanto os han enseñado.
Hoy se cierra una etapa y aunque los finales pueden ser tristes, éste no lo será porque es sólo el preámbulo de un nuevo, apasionante, excitante y próspero ciclo que dentro de cuatro años os permitirá comparar una nueva orla con la actual. A ver quien se reconoce entonces. Felicidades a todos.