Barcelona, 18 junio 2014
JUNTOS PARA SIEMPRE
Alumnos, profesores, padres, familiares, amigos y personal del colegio, gracias a todos por estar aquí, sobre todo a quienes han venido engañados para que esto fuera una fiesta sorpresa. No nos vamos a disculpar porque no teníamos otra opción. Ya habréis oído eso de que el fin justifica los medios, sobre todo si son por una buena causa. Y esta lo es. Os lo aseguramos, hay una suculenta merienda.
Estamos aquí porque hemos decidido convocar a los actores de esta gran familia. Y porque tenemos algo que celebrar todos juntos. Y este año no es precisamente la Liga del Barça, si bien los de la décima nos podrían dar la pócima.
Acaba otro curso pero también concluye un ciclo, una etapa en la que abandonáis definitivamente esa infancia que siempre echaréis de menos. Y nosotros también, que se va hoy un pedazo de nuestras vidas. Así que siempre queda la solución de aumentar la familia para quienes tengan súbitos ataques de nostalgia.
Y antes de seguir queremos advertir, sobre todo a las madres, que pueden llorar si lo desean. No hace falta que disimulen fingiendo alguna alergia o simulando que les ha entrado algo en el ojo. Así que los maridos de las señoras susceptibles a la lágrima fácil, tengan a punto sus pañuelos.
Y antes de hablar de vosotros, ya etiquetados como preadolescentes, una merecida mención para esas madres artífices de vuestro desarrollo, esas madres que han hecho de vuestra agenda su libro de cabecera, esas madres de los bocadillos y de las meriendas, esas madres de las raíces cuadradas y las fracciones, esas madres abnegadas disponibles de domingo a lunes, esas madres de los anhelos y desvelos, esas madres de la Apiretal camino del hospital, esas madres a veces pesadas, pero siempre vuestras aliadas.
Y qué decir de los padres, preocupados tal día como hoy porque Chile no gane a La Roja y provoque otra noche de las que sonroja.
Puede que estéis hartos, por otra parte, de escuchar eso de cuanto habéis crecido, que mayores estáis, parece que fue ayer, como pasa el tiempo y tópicos por el estilo. Pero algo hay de verdad. Sólo tenéis que mirar una foto de cuando hacíais P3 y podréis comprobar que el cambio es importante.
Ya no preguntáis Donde están las llaves, ni Donde están los Teletubbie. Ahora que El Canto del Loco también os sabe a poco, que nadie levita viendo a Novita, que no se hace un problema de cálculo sin que suene Jason Derulo, también veis que hacerse mayor no es ningún chollo, haz la cama, pon la mesa, lávate los dientes, vaya rollo!!!.
También habréis oído eso de que ya sois unos hombrecitos o unas señoritas. Vosotros sabréis, pero lo cierto es que empieza otra etapa, lo que significa que la vida sigue con un punto y aparte en lugar de un punto seguido. Algunos de vosotros habéis pasado nueve años juntos, lo que tiene su mérito porque la convivencia no resulta tan sencilla. Que se lo pregunten a los que se han peleado alguna vez en el patio. Ocurre en las mejores familias, así que no le deis más importancia.
Pero no todos tenéis que ser amigos, basta con que seáis buenos compañeros y tener una relación cordial en estos próximos años. Que seáis sobre todo buenas personas. También es momento de que os miréis en el espejo para ver quienes sois, que queréis y que estáis dispuestos a hacer sin dejar de soñar para que esos sueños puedan hacerse realidad. Es el momento de querer cambiar el mundo.
Conocéis estos pasillos, estas aulas, el patio, el comedor, el gimnasio y todas las instalaciones de este colegio casi mejor que vuestra casa. Y os habréis dado cuenta de que ya no sois tan pardillos e inocentes, aunque tengáis mucho que aprender para evitar bromas como la de esta tarde. De todas formas, a nosotros aún nos sigue pasando así que siempre vamos a estar expuestos a que nos embauquen porque no todo se arregla con los años. Pero ya está bien que mantengáis un poquito de ingenuidad, que luego se pierde, nos hacemos mayores y estamos llenos de puñetas.
Bueno, ahora que se supone que ya sabéis la tabla de multiplicar, que os habéis aprendido todas las letras del abecedario, que comprendéis que la Tierra se mueve y que en Canarias este discurso se habría leído una hora antes, no creaís sin embargo que ya lo sabéis todo. Celebro deciros que queda bastante. Así que no perdáis en ningún momento las ganas de aprender y de ser curiosos, aunque a veces vuestras preguntas nos hagan sacar bandera blanca, porque nosotros tampoco lo sabemos todo, menos mal que San Google es un sabelotodo.
Puede que todas estas palabras resulten anticuadas en esta época de mensajes cortos y de emoticonos. Pero hablamos de casi diez años de vuestra vida y eso no es fácil de resumir en un tweet o un whattsapp porque han pasado muchas cosas desde que os enseñaron a empezar a ser autónomos en P3. De cualquier forma es tan bonito como necesario recordarlas tanto como agradecer a los profesores que os han enseñado y a los padres que os han acompañado a subir cada escalón con esos ingredientes de trabajo, esfuerzo y responsabilidad que os harán falta cuando un día ya no vayáis de nuestra mano.
Y es que no todo son números y letras. Los padres os hemos dado herramientas, los maestros os han instruido en cómo utilizarlas y ahora vosotros tenéis que manejarlas. Así que apretaros bien el cinturón que vienen curvas.
Pero aquí los protagonistas sois vosotros. Y hoy nos hemos reunido aquí para felicitaros, orgullosos de que seáis buenos hijos, buenos estudiantes y buenos compañeros. Aunque bien pensado más os vale, que si no nos enfadamos.
Atrás quedan muchos recuerdos, la mayoría buenos, algunos manifiestamente mejorables, pero con la sensación de que este centro educativo ha sido y seguirá siendo vuestro segundo hogar, donde la convivencia os ha llevado a crear lazos de amistad y episodios de complicidad desde cuando erais algo más pequeños hasta ahora en que habéis crecido en medio de miedos, dudas, sueños y alegrías. También quedarán para siempre esas instructivas salidas escolares, las divertidas fiestas de cumpleaños y esas apasionantes colonias donde en otro ambiente y otro escenario cada día era una aventura.
Pero ahora es momento de mirar hacia adelante porque éste período ha terminado y de inmediato llega otro, apasionante aunque menos aniñado. Y aunque no todos tomáis idéntico camino, la ruta es la misma, con dirección a un futuro ilusionante en el que vamos a seguir ahí, algunos en el día a día, y otros en la memoria.
Y también estarán de nuevo, a la vuelta de la esquina, esos libros y esas materias que tanto os enriquecen. A algunos os apasionará la literatura, a unos cuantos os entusiasmarán las matemáticas, habrá quien disfrutará con las ciencias sociales, otros tantos se deleitarán con tecnología y también más de uno se recreará con los idiomas sin olvidar por supuesto esos memorables ratos en el patio, espacio indispensable para desfogarse haciendo deporte para los más inquietos y de confidencias para los más sosegados.
No es momento para estar tristes porque el trayecto continúa y es suficientemente grande como para que haya sitio para todos. Los amigos van y vienen pero los recuerdos permanecen.
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